Wintersong | S. Jae-Jones
Roca | #1 Wintersong | Fantasía | 448 pp. 17.90€
Sinopsis: La última noche del año. Ahora los días del invierno comienzan y el Rey de los Goblins cabalga rumbo al extranjero en busca de su amada…
Durante toda su vida, Liesl ha escuchado las historias del apuesto y peligroso, Rey de los Goblins. Ellos han encantado su mente, su espíritu y han inspirado sus composiciones musicales. Ahora, con 18 años de edad y ayudando al negocio de su familia, Liesl comienza a creer que sus sueños musicales y las fantasías de su niñez se desvanecen en el horizonte.
Pero cuando su propia hermana es tomada por el Rey, Liesl no tiene más opciones que emprender un viaja hacia lo clandestino para intentar rescatarla. Pronto se encontrará sumergida en un mundo extraño en el que tendrá que tomar una decisión imposible. Y con el tiempo y las viejas normas actuando en su contra, Liesl deberá descubrir quién es ella en realidad antes de que el destino esté sellado.
~Gracias a la editorial por el ejemplar
¡Hola, mininos! ¿Cómo estáis? Hoy os traigo la reseña de un libro al que le tenía muchísimas ganas. La portada es una de las más bonitas que he visto en mi vida y la sinopsis consiguió captar mi atención desde el principio. No obstante, y lamentándolo mucho, Canción de invierno me ha decepcionado; si queréis saber qué me ha gustado y qué no, ¡seguid leyendo!
Comencé la lectura de esta novela muy animada, y si os soy sincera las primeras cincuenta páginas las disfruté mucho. Poco a poco, vamos conociendo a la familia de Liesl, a sus hermanos, a sus padres, a su abuela... Aparentemente están muy unidos, sobre todo los tres hermanos, pero a medida que se desarrolla la historia nos damos cuenta de que todos tienen secretos que ocultar. Liesl es la hija de un posadero que, en su juventud y antes de caer en el alcoholismo, fue un famoso músico. El hermano pequeño, Josef, ha sido instruido en la música desde que era un niño, ya que su padre siempre ha creído que era un virtuoso. Liesl vive por la música, compone en secreto, pero sólo su hermano sabe que ella también posee un don. Son inseparables, se aman con locura, y ambos creen en la existencia del Rey de los duendes debido a los cuentos que les contaba su abuela Constanze. A pesar de que Liesl es más feliz que nunca porque Josef está a punto de tener una audición con el famoso maestro Antonius, en el fondo siente una tristeza muy profunda. De pronto, se topará con un extraño elegante y atractivo, y su vida cambiará para siempre.
Una de las cosas que no me han gustado es
la actitud de Liesl. Al principio, su pesimismo no me molestó porque, en cierto modo, me he sentido identificada con ella en algunas ocasiones como buena hija mediana que soy. Puede que Liesl no sea la hermana mediana, pero juega esa papel dentro de su familia. Käthe es guapísima, risueña y encima está a punto de casarse con el joven más guapo del pueblo. Su hermano es un niño prodigio y va a convertirse en un músico aclamado en todo el mundo. Sus padres centran toda su atención en ellos dos, mientras que
Liesl es la que se queda callada, la que aplaude en la sombra con una sonrisa, la que nunca pide nada para sí misma y la que siempre pasa desapercibida por su físico. La entiendo, de verdad, pero llega un punto en el que se vuelve repetitiva, autodestructiva y victimista. Por no hablar de que siente la imperiosa necesidad de ser validada por un hombre. En el libro dice, literalmente, que lleva toda la vida esperando ser deseada por alguien. ¿Qué clase de aspiración es esa? ¿No sería más lógico desear ser una compositora aclamada? Por supuesto que no, por supuesto que no.
Me he quedado con las ganas de saber más sobre Käthe, puesto que a mitad del libro pierde todo su protagonismo en la historia. Liesl consideraba a su hermana una muchacha frívola, con la vida resuelta, pero después de su encontronazo con el Rey de los duendes se dará cuenta de que muchas veces oculta cómo se siente detrás de una sonrisa.
El Rey de los duendes ha sido el personaje que más me ha gustado. Está lleno de luces y sombras, y eso lo dota de mayor complejidad. Es un ser poderoso, pero también frágil, y la verdad es que me interesa saber más de su pasado. Si bien él es el Señor de las fechorías, a la hora de relacionarse con Liesl es siempre muy respetuoso y nos enseña que lo que importa realmente es lo que hay dentro. Lo de fuera no es más que una cáscara.
El romance no me ha parecido creíble, sobre todo por parte de Liesl. Se encapricha con él como lo haría una niña, y de ahí sus constantes contradicciones. En una línea dice que le odia, que no quiere tener nada que ver con él, y en la siguiente está ahogándose de deseo por él. Además, hay una escena muy extraña entre ellos dos que no he terminado de entender (tiene lugar un estrangulamiento y el diálogo no tiene ni pies ni cabeza).
Sin embargo, he de admitir que en el tramo final de la novela la pareja me conmovió. Cuando Liesl se ve obligada a tomar esa última y dolorosa decisión, sentí lástima por ellos.
La ambientación me ha fascinado y creo que el estilo de Jones acompaña muy bien la historia. En el Mundo Subterráneo viven los duendes que, entre otras cosas, destacan por su lascivia y malicia. No son de fiar, y muchas veces Liesl los compara con depredadores que la acechan. Los colores son esenciales, al igual que los olores, los sabores y por supuesto los sonidos, pues todo parece estar magnificado allí abajo.
Es un mundo con tradiciones, con leyes, con historia, y con criaturas que en ocasiones te ponen los pelos de punta. Hay escenas que rozan lo macabro, como a mí me gusta, y no puedo estar más contenta. Ahora bien, una vez Liesl empieza a entablar relación con el Rey de los duendes, la ambientación pasa a un segundo plano y la historia se centra en su historia de amor.
El final no ha estado mal, aunque era predecible. Mentiría si dijese que no quiero saber qué pasa con el Rey de los duendes en el siguiente libro, pero en mi lista de pendientes hay muchos otros libros a los que daré prioridad.
¿Habéis leído este libro? ¿Os ha llamado la atención?
Lilly.