Reason to Breathe | Rebecca Donovan
Oz Editorial | 440 pp. | 2018 | 18.50€
~~Ficha técnica aquí~~
Sinopsis: Emma Thomas es una estudiante modelo y una atleta prodigiosa, pero también es una chica taciturna y solitaria que esconde un gran secreto. Su vida no es tan perfecta como parece. Mientras los chicos de su edad se divierten, ella cuenta los días que faltan para irse a la universidad y huir de la casa de sus tíos, donde vive un infierno.
Pero lo que Emma no esperaba era encontrar el amor. Un amor tan intenso que pondrá su vida patas arriba. Y, entonces, esconder su secreto ya no será tan fácil.
~Gracias a la editorial por el ejemplar
¡Hola, mininos! ¿Cómo estáis? Hoy os traigo la reseña de un libro que acabo de terminar ahora mismo. No puedo decir que me haya disgustado, y es que creo que esta historia tiene algunas cosas buenas, pero debo reconocer que Una razón para respirar tampoco me ha encantado. Se trata de la primera parte de la serie Breathing, una novela que cuenta con un componente bastante duro, ya que a la protagonista la maltrata físicamente su tía.
Este libro nos cuenta la historia de Emma, una muchacha que en cierto modo rompe con el absurdo cliché de empollona. Porque sí, Emma saca muy buenas notas, pero también es una excelente deportista. Es invisible, eso sí, pero en este caso no es porque el resto de los estudiantes no reparen en ella, sino porque Emma no quiere involucrarse con nadie. Ella misma se aísla y se mantiene ocupada jugando en el equipo, estudiando en la biblioteca o trabajando para el periódico. Todo ello, obviamente, con la finalidad de evitar lo máximo posible a su tía Carol. Sólo tiene una amiga, Sara, y es mejor que sea así o de lo contrario su secreto podría salir a la luz. De repente, Evan, el nuevo estudiante del instituto, ajeno a la norma no escrita de ignorar a Emma Thomas, empieza a sentir curiosidad por ella. Si Evan se acerca demasiado, Emma sabe que podría descubrir la verdad, de modo que ella reforzará todas sus barreras para que no consiga abrirse paso hasta su corazón.
Los personajes, en general, me han gustado y me han parecido creíbles. Emma evoluciona bastante, sobre todo a partir de la segunda mitad de la novela, y veremos cómo empieza a plantarle cara a su horrible tía. Al leer esta novela, supe que tendría que hacerme la siguiente pregunta: ¿estoy de acuerdo con que Emma no quiera denunciar a su tía? Y si os soy sincera, sigo sin saber qué responder. Por un lado, entiendo que Emma no quiera perjudicar a sus dos primos pequeños (su familia se separaría por completo) y, aparentemente, Carol sólo es un monstruo sádico con Emma. ¿Significa eso que, dado el caso, Carol no haría daño a sus propios hijos? Cuestionable, muy cuestionable. Por otro lado, siento pena por Emma. Se deja pisotear, ningunear, insultar y demás barbaridades sin oponer resistencia. ¿Cómo puede ser tan poco consciente de que nadie, NADIE, tiene derecho a tratarla de ese modo? Y, mucho más importante, ¿cómo puede esperar que su mejor amiga se quede callada cuando ve lo que le hacen? Me ponía furiosa al darme cuenta de que Emma no iba a reaccionar, pero al mismo tiempo me recordaba que yo no he estado en su situación y, por tanto, tampoco sé qué haría en su lugar. Evan me ha gustado, no es el típico chico malote; de hecho, es bastante tierno y comprensivo la mayoría de veces. Sara, por su lado, es espontánea, divertida, le da igual lo que digan los rumores sobre ella porque ella, por encima de todo, sabe que puede hacer con su vida y con su cuerpo lo que le dé la gana. Eso me ha encantado. Lo único que no me ha gustado es que tanto Emma como Evan a veces tienen ataques de celos injustificados. Obviamente, si te llegan rumores de que la persona que te interesaba se ha besado con otra te va a molestar, y puedes decírselo, pero lo que no puedes es recriminárselo si no estáis en una relación.
Reconozco que al principio la novela se me hizo un poco pesada, sobre todo porque no conseguía empatizar del todo con Emma. A medida que se iba abriendo a Evan, pude ver que en realidad Emma sí tenía ganas de luchar, de llevar una vida normal, y es imposible no cogerle cariño. Sufre muchísimo y os aseguro que cuando acabe la novela odiaréis profundamente a su tía y también a su tío. Su rencor hacia Emma parece tan gratuito que hasta parece surrealista. No os voy a mentir, la novela se centra en el romance que surge entre Evan y Emma, de ahí que la trama sobre los malos tratos sea más bien una excusa para añadirle drama al argumento. ¿Me parece mal? Pues no. Está dando visibilidad a un tema de actualidad y a una realidad que a pesar de ser dolorosa existe; ahora bien, todo depende de cómo decida Donovan enfocar el desenlace de esta historia. Espero que lo aborde con todo el respeto y la seriedad que se merece una situación así. Por el momento, el final de Una razón para respirar te deja con ganas de saber qué le ocurrirá a los personajes en la siguiente entrega de esta serie.
¿Os ha llamado la atención? ¿Qué pensáis sobre el mini debate que expongo en la reseña?
Lilly.