This Is How We Change the Ending
Vikki Wakefield
Text Publishing | Autoconclusivo | Realista | 297 pp.
~~Ficha técnica aquí~~
Sinopsis: Sixteen-year-old Nate McKee is doing his best to be invisible. He’s worried about a lot of things—how his dad treats Nance and his twin half-brothers; the hydro crop in his bedroom; his reckless friend, Merrick.
Nate hangs out at the local youth centre and fills his notebooks with things he can’t say. But when some of his pages are stolen, and his words are graffitied at the centre, Nate realises he has allies. He might be able to make a difference, change his life, and claim his future. Or can he?
This Is How We Change the Ending is raw and real, funny and heartbreaking—a story about what it takes to fight back when you’re not a hero.
¡Hola, mininos! El libro del que voy a hablaros hoy es bastante diferente a lo que suelo leer, pero desde ya os animo a que le echéis un vistazo si os llama mínimamente la atención. Como sabéis, los géneros que más leo son fantasía y romance, puesto que las novelas de corte realista por lo general no consiguen engancharme lo suficiente a menos que haya una trama amorosa. Aun así, siento debilidad por las historias trágicas y duras que no esconden nada debajo de la alfombra, ni siquiera las partes más horrendas de la sociedad; de ahí que mi libro favorito sea Prohibido de Tabitha Suzuma (cough cough). This Is How We Change the Ending es una novela que duele y hace sentir, que escuece como mil demonios, pero que al mismo tiempo enternece y nos consuela con sus destellos de bondad humana. No esperaba que la historia me llegase tanto al corazón, iba a ciegas, y os prometo que ahora mismo estoy muy feliz por haberle dado una oportunidad. Esto era justo lo que necesitaba.
Nuestro protagonista es Nate, un muchacho de 16 años que tiene una vida muy complicada. Su madre le abandonó cuando apenas era un niño, su padre tiene un serio problema con el alcohol, sus pequeños hermanastros siempre están gritando y ensuciando la casa, su mejor amigo vive al límite y la mayoría de veces le mete en problemas... Sin embargo, a Nate lo que más le preocupa es no tener respuestas a sus preguntas. ¿Por qué su familia está tan rota? ¿Por qué su profesor no deja de preguntarle cosas extrañas en medio de la clase? ¿Por qué no puede Nate dejar de pensar, dejar de sufrir, dejar de tener problemas y simplemente ser feliz? En esencia, esta es la historia de un chico que está perdido y cansado de vivir con miedo. No todo en su vida es horrible, por supuesto; Nate tiene gente que le quiere y que se preocupa por él, pero llega un momento en el que la balanza está demasiado desequilibrada. Porque tras años y años de silencio, de guardarse la rabia, de aferrarse a las mentiras para poder adormecer el dolor, Nate está al límite.
Imagino que ya os lo habéis imaginado, pero esta es una novela de personajes... y estos tienen unos ojos que nos son familiares, de alguna u otra forma. Me he visto a mí misma en este libro. He visto a personas que conozco en este libro. Supongo que por eso ha habido escenas que me han revuelto las entrañas. En pleno siglo XXI, hay un peligroso enemigo que se cuela con sigilo cada día en nuestras casas: la publicidad engañosa. Nos dicen que todos los padres son maravillosos y aman a sus hijos, que la educación es el billete al éxito, que el trabajo duro del individuo siempre termina en recompensa, que hay que ser positivo y afrontar la vida con energía pase lo que pase. Lo siento, pero eso dista bastante de la realidad. Hay gente que no tiene una casa en la que vivir, hay gente que vive sola porque el resto del mundo se ha olvidado de ella; hay amor que no es amor, y por eso duele; hay violencia gratuita y aleatoria, motivada por la envidia, el aburrimiento o las drogas; hay niños que viven con la inseguridad en la sangre y que se han vuelto fríos y distantes porque su cuerpo está siempre alerta y esperando recibir otra mala noticia. Con esto no pretendo generar pena o contribuir al idealizado estereotipo de persona trabajadora que consigue ocupar un lugar digno en la sociedad eventualmente, sino recordar que todos tenemos nuestros propios problemas y que en la medida de lo posible deberíamos intentar ser más empáticos y amables. Todos los personajes que aparecen en esta novela son de carne y hueso, os lo aseguro. Nate no es perfecto, ni mucho menos, pero es real. Es un muchacho curioso, increíblemente inteligente, y lo único que anhela con todas sus fuerzas es sentirse seguro, tranquilo y querido.
El estilo de la autora me ha gustado mucho, ya que encaja a la perfección con la personalidad de Nate. Su prosa no es plana, sino que tiene un toque reflexivo y un tanto oscuro que la hace adictiva. Ver el mundo a través de los ojos de Nate y bucear entre sus caóticos pensamientos ha sido una experiencia catártica de algún modo. A pesar de que los sucesos son en su mayoría duros y trágicos, la evolución de Nate es preciosa. El final, lamentablemente, no ha sido lo que esperaba; ese es el motivo principal por el que no le he dado la máxima puntuación a la novela. Me hubiese gustado que la autora tirase la casa por la ventana, que me diese una escena impactante de esas que te ponen la piel de gallina y te roban el aliento. No ha sido el caso, pero eso no le resta valor y emotividad a This Is How We Change the Ending. Cuando pienso en esta novela, inevitablemente se me viene a la cabeza la imagen de una rosa. Una flor bella, que inspira admiración, pero que al mismo tiempo hace sangrar a todo aquel que desee acercarse y descubrir sus secretos. Supongo que desenterrar la verdad, literal o metafóricamente, siempre exige un precio.
El estilo de la autora me ha gustado mucho, ya que encaja a la perfección con la personalidad de Nate. Su prosa no es plana, sino que tiene un toque reflexivo y un tanto oscuro que la hace adictiva. Ver el mundo a través de los ojos de Nate y bucear entre sus caóticos pensamientos ha sido una experiencia catártica de algún modo. A pesar de que los sucesos son en su mayoría duros y trágicos, la evolución de Nate es preciosa. El final, lamentablemente, no ha sido lo que esperaba; ese es el motivo principal por el que no le he dado la máxima puntuación a la novela. Me hubiese gustado que la autora tirase la casa por la ventana, que me diese una escena impactante de esas que te ponen la piel de gallina y te roban el aliento. No ha sido el caso, pero eso no le resta valor y emotividad a This Is How We Change the Ending. Cuando pienso en esta novela, inevitablemente se me viene a la cabeza la imagen de una rosa. Una flor bella, que inspira admiración, pero que al mismo tiempo hace sangrar a todo aquel que desee acercarse y descubrir sus secretos. Supongo que desenterrar la verdad, literal o metafóricamente, siempre exige un precio.
PUNTUACIÓN: 4/5.
¿Os ha llamado la atención este libro? ¿Os gustan las historias de corte realista?
Lilly.
¡Hola!
ResponderEliminarTiene muy buena pinta y viendo lo que has disfrutado de él me muero de ganas de darle una oportunidad pronto.
Un abrazo
Hola! Es verdad que algunos no leemos muchas novelas realistas, supongo que porque otros géneros nos sirven de vía de escape para nuestras vidas.
ResponderEliminarMe llamó la atención este libro, parece duro, pero cada tanto viene bien un libro así para reflexionar.
Saludos desde El Refugio del Dragón de Tierra!
¡Hola! Este libro no me atrae mucho, sin embargo, no lo descarto totalmente, esperaré a bajar mi lista de pendientes y ya veremos si le doy una oportunidad. Muchas gracias por la reseña. Un abrazo ❤
ResponderEliminarYo también soy muy fan del drama, así que me has convencido bastante con la reseña. Lástima tanto que esté en inglés como que el final decepcione :/
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar¡Feliz año nuevo!
ResponderEliminarA pesar de que soy fan del drama, no he tenido la oportunidad de leer este libro. En cambio, lo he apuntado a la lista de pendientes para leerlo en cuanto tenga la oportunidad.
Un saludo
Confesiones entre libros ♡