[Reseña] Reconexión

Reconexión | Neal Shusterman

Anaya | #2 Desconexión | 17.95€ | 488 págs.

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Sinopsis: Gracias a Connor, Lev y Risa, y a las repercusiones de su revuelta en la Cosechadora de Happy Jack, la población ya no puede seguir mirando para otro lado. Tal vez la desconexión sirva para librar a la sociedad de jóvenes problemáticos y, al mismo tiempo, para surtirla de órganos muy necesarios para los trasplantes, pero su inmoralidad ha saltado por fin a la palestra.

Connor no da abasto dirigiendo el Cementerio, un refugio para los ASP, chicos que, como él, han huido de la desconexión. Risa, paralizada de cintura para abajo como consecuencia del atentado en la Cosechadora, teme resultar más una carga que una ayuda para él. Y Lev se ve envuelto en un movimiento clandestino que pretende rescatar diezmos, y en el cual se le venera como si fuera un dios. 

Uno de ellos será traicionado. Otro se escapará. Y el tercero se encontrará con el misterioso Cam, alguien que no existe, y hará un sorprendente descubrimiento sobre lo que se esconde detrás de la desconexión.

¡Hola, mininos! Hoy os vengo a hablar de la segunda parte de la saga Desconexión. Todavía estoy en shock. ¡Qué historia tan increíble y triste! ¿Alguna vez habéis sentido tanta fascinación por una historia que os encantaría poder haberla escrito vosotros? Eso me pasa cada vez que leo un nuevo libro de esta saga, pero no me extiendo más, vamos al lío.

Reconexión comienza de una forma muy interesante, pues es como un déjà vu del primer libro. ¿Por qué? Porque el autor nos presenta a tres personajes nuevos que se encuentran en la misma situación (o parecida) que Connor, Lev y Risa antes de huir y convertirse en ASP. De este modo, conoceremos a Starkey, un adolescente problemático que descubre que va a ser desconectado; a Miracolina, una niña que ha sido criada para ser un diezmo; y a Cam, un joven que despierta en un lugar desconocido con unos problemillas físicos y mentales bastante serios. Me ha encantado el hecho de que poco a poco todas las historias se entrecrucen, ya no sólo las de los nuevos personajes, sino también con las de los chicos de la primera novela. Eso, en mi opinión, es uno de los puntos fuertes de estos libros. Estamos acostumbrados a una o dos (como mucho) tramas, pero es que en Reconexión hay más de seis y todas son muy fáciles de seguir. Sí, en ciertos puntos dejan de ser tantas y se funden, pero lograr llegar a ese momento sin confusiones y desequilibrios es todo un mérito.

Como ya sabemos, en este mundo tan bien construido por Neal Shusterman los niños de entre 11 y 17 años pueden ser desconectados a petición de sus padres; esto es, se someten a una operación mediante la cual el 99'9% de su cuerpo es reutilizado con fines médicos y estéticos, todo ello bajo la absurda concepción de que estando en 'estado diviso' (como ellos lo llaman) la persona no muere, sino que pervive en aquellos que recibieron alguna de sus partes. Sin embargo, tras el accidente que ocasionaron Connor, también conocido como el ASP de Akron, Risa y Lev en la cosechadora de Happy Jack se redujo un año esta ley, por lo que los niños de diecisiete años ya no podrán ser desconectados. Puede que esto en un principio fuera una más que buena noticia, pero tardaremos poco en comprobar que no es así. 

-¡Podrías haberlo matado! -le había regañado su padre-. ¿Y por qué? ¿Por unas palabras? Las palabras no hacen daño. -Y esta es una de las mentiras más enormes y criminales perpetradas por los adultos contra los niños en este mundo. Porque en realidad las palabras hacen más daño que el daño físico.

Siempre hay gente que quiere más, que es cruel por naturaleza, que es ambiciosa y que no duda en llevarse por delante a cualquiera con tal de conseguir lo que quiere. Pues bien, en este mundo también hay personas así. Debido a la reducción de la ley de desconexión, el mercado de donaciones se ve claramente afectado; y es que las donaciones no sólo tienen fines médicos, sino que se han convertido en la comodidad favorita de una sociedad hipócrita, narcisista y amoral. Es por esto que no tardan en surgir piratas, traficantes ilegales de desconectables, que cazan y secuestran a niños sin importarles a veces siquiera si son ASP. Todo ello dificultará aún más la labor de aquellos que intentan salvar a estos niños que, sin tener culpa de nada, nacieron en un mundo en el que puede que la desconexión no fuera sólo una medida para terminar la Segunda Guerra Civil de Estados Unidos entre los bandos pro-vida y pro-libre elección.

-Alas cortadas. Cielo roto. -Cam cierra los ojos intentando encontrar las palabras adecuadas-: Es como... un ángel herido, cuando cayó a tierra. Toca música para curarse, pero nada puede sanar lo que tiene roto.

Los personajes son ridículamente redondos, por lo que sólo diré que adoro a Neal. Por un lado tenemos a Starkey, un chico al que dejó la cigüeña (un huérfano) y que guarda en su interior un odio muy profundo. Desde el principio él se compara con el ASP de Akron, la leyenda que lideró a los rebeldes, y quiere seguir su ejemplo. Es astuto, demagogo y valiente; no obstante ya desde el principio podemos ver que Starkey toma un camino muy distinto a Connor. Miracolina, por su lado, es una fiel creyente y no le importa ser un diezmo, de hecho, ella quiere serlo aunque sus padres en el último segundo se arrepientan. Ella quiere ayudar a otras personas con su sacrificio, y no está dispuesta a aceptar que le nieguen su derecho a hacerlo. Cam... no sé muy bien qué decir de él porque creo que es mejor no desvelaros la sorpresa y el impacto. Es un chico muy tierno e inteligente, dulce e inocente, pero también tiene un lado caprichoso y manipulador (herencia de cierta bruja a la que seguro odiaréis). Respecto a Connor, Risa y Lev me encantan más que en el primer libro. Son personajes entrañables, que sufren muchísimo y se ven obligados a encabezar una guerra que empezó mucho antes de que ellos nacieran. Altruismo es una palabra que les viene muy bien, y ojalá tengan el final que se merecen.

-Cuando uno vive una vida sin preguntas, no está preparado para las preguntas cuando llegan -dice él-. Le entra rabia, y le falta habilidad necesaria para hacer frente a esa rabia.

Lo he pasado bastante mal con este libro, y eso no suele ocurrirme. De hecho, tuve que dejarlo en algunos momentos porque era tan cruel lo que pasaba... y eso me pasó una vez durante la lectura de Desconexión también. El estilo del autor en esas ocasiones es tan crudo (obviamente a propósito) que me ponía furiosa y me daban ganas de llorar al mismo tiempo, quería cargarme a ciertos personajes y salvar a otros; no me podía creer que todo fuera tan injusto, que las muertes se tomen tan a ligera en ese mundo y que no tengan ni el más mínimo remordimiento de conciencia. ¡No sé cómo lo voy a hacer para leer Inconexión!

«Una saga que todos deberían leer y que estoy convencida de que se convertirá en un clásico. Te absorbe, se mete en tus pensamientos y te destroza el corazón. Neal Shusterman es el brillante autor de esta historia escrita desde lo más profundo de la esencia humana».

Puntuación: 5/5 gatitos.

¿Lo habéis leído? ¿Conocíais esta saga?

Lilly