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domingo, 14 de octubre de 2018

[Reseña] El sol y sus flores -Rupi Kaur


the sun and her flowers | Rupi Kaur
Seix Barral | Poesía | 256 pp. | 14.90€
~~Ficha técnica aquí~~
Gracias a la editorial por el ejemplar

¡Hola, mininos! Supongo que el nombre de Rupi Kaur os sonará a muchos, y es que sus poemas han inundado las redes sociales desde hace tiempo, especialmente Instagram. Sus dos poemarios publicados hasta la fecha, Otras maneras de usar la boca (milk and honey) y este, El sol y sus flores (the sun and her flowers), entran dentro de lo que se denomina poesía urbana; esta se suele caracterizar por ser de corte autobiográfico y centrarse en injusticias sociales o políticas de la vida en la ciudad. Este poemario me ha gustado en líneas generales, los mensajes que pretende transmitir me parecen muy necesarios, aunque si os soy sincera algunos poemas me han dejado bastante indiferente.

viernes, 13 de julio de 2018

[Recomendaciones] 5 escritoras que debes conocer


¡Hola, mininos! ¿Cómo estáis? Hoy os traigo una entrada que llevaba mucho tiempo queriendo hacer y que espero que os guste. Por si no lo sabéis, he estudiado la carrera de Estudios Ingleses (pincha aquí para leer la entrada donde hablo de mis asignaturas) y estoy terminando un máster en Estudios Literarios, así que estoy muy feliz de poder compartir con vosotros algunas de las maravillosas escritoras que he descubierto durante estos años. Las autoras no están ordenadas por orden de preferencia, ya que de algunas sólo he leído un poema o una novela, y no considero que tenga suficiente conocimiento aún para compararlas. Otro detalle a tener en cuenta es que no todas participaron de forma directa en el movimiento feminista, más que nada porque este no se consolidó hasta finales del XIX o principios del XX aproximadamente, pero aun así es innegable que la mujer era una pieza fundamental en los textos de estas escritoras. Dicho esto, ¡comencemos!

ANGELA CARTER

Esta autora nació en Eastbourne (Inglaterra), en 1940 y murió en 1992. Estudió literatura inglesa en la Universidad de Bristol y, a partir de entonces, se pasó sus días viajando por Estados Unidos, Asia y Europa, dando charlas en diferentes universidades y escribiendo, tanto por su cuenta como para periódicos como The Guardian o The Independent. En 1966, publicó su primera novela: Shadow Dance. Su producción literaria es muy variada, puesto que Carter escribió novelas de ficción, ensayos, relatos, poesía e incluso libros infantiles. Se la conoce principalmente por sus obras en las que aborda la figura de la mujer y explora temas tabú como la pornografía, el incesto o las violaciones. En mi caso, he leído el relato "The Bloody Chamber" (La cámara sangrienta), que da título a la compilación The Bloody Chamber and Other Stories (1979), y The Passion of New Eve (1977). Los relatos son reinterpretaciones de cuentos de hadas, y en concreto "The Bloody Chamber" se basa en el cuento de Barba Azul. The Passion of New Eve es una novela peculiar, cercana a la ciencia ficción, sobre un hombre cuyo castigo por tratar a las mujeres como simples objetos sexuales es ser convertido en una. Si bien esta novela no me gustó en exceso, a diferencia del relato que es maravilloso de principio a fin, leer a Carter siempre es una delicia. Sus obras tienen toques góticos y están llenas de símbolos, y su prosa invita a la reflexión. Esta es una autora que estoy segura de que os sorprenderá en más de una ocasión.

MARY BORDEN

Nació en Chicago (Estados Unidos) en 1886, en el seno de una familia adinerada, y murió en 1968. Después de graduarse en Filosofía y Letras (Vassar College), fundó una beca para mujeres llamada ‘William Borden Scholarship’ en memoria de su padre. Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, decidió dejar a su marido e hijos y ayudar en el frente como enfermera. A pesar de no saber francés ni tener conocimientos sobre medicina, Borden se convirtió en directora de dos hospitales importantes. Durante los escasos ratos libres que tenía como enfermera, se dedicó a escribir los relatos y poemas que componen su obra más conocida, The Forbidden Zone (La zona prohibida [1929]). Se trata de unos textos que reflejan a la perfección el dolor, la destrucción y la confusión generada por la guerra. Su estilo es directo, duro, pero las metáforas que crea lo hacen lírico al mismo tiempo. Las historias que Borden nos cuentan mezclan ficción y realidad, y son narrados por una enfermera autómata. Esta autora nos muestra el lado más horrible de la guerra y todo a lo que tuvo que renunciar para sobrevivir.
"Todos [los soldados] nos sonríen como si estuvieran agradecidos. Cuando les hacemos daño intentan no gritar para no herir nuestros sentimientos. Y a menudo se disculpan por morir. Si pudieran, no morirían para no decepcionarnos".

MARY ELIZABETH COLERIDGE

Autora londinense que nació en 1861 y murió en 1907. Mary Elizabet tuvo la suerte de estar rodeada de intelectuales y artistas durante su infancia, y es que no en vano fue la sobrina-nieta del famoso poeta romántico Samuel T. Coleridge y la hija de una pareja de talentosos músicos. Durante su niñez, se convirtió en una ávida lectora y su primer poema lo escribió a los trece años. Publicó novelas, ensayos y poemas, muchos de ellos bajo el pseudónimo de "Anodos". De esta autora sólo he leído un poema, "The Other Side of a Mirror" ("Al otro lado del espejo"), que se publicó en la antología de 1896, Fancy's Following, y luego en la colección de 1907, Poems by Mary E. Coleridge. Se ha convertido en uno de mis poemas favoritos, tanto porque usa el elemento del espejo, tan característico del gótico y que tanto me fascina, como por el tono melancólico que subyace en sus versos. Su novela más conocida es The King with Two Faces (1987) y según tengo entendido en su poesía la muerte y la pérdida siempre están presentes. Estoy deseando leer algo más de esta autora.

JEAN RHYS

Nació en la isla caribeña de Dominica en 1890 y murió en Inglaterra en 1979. Cuando cumplió 16, se mudó a Inglaterra con su tía, pero debido a su origen criollo (término que se utilizaba para referirse a las personas nacidas en la isla, ya fuesen de descendencia europea o africana) tuvo que soportar burlas y menosprecios por parte de muchos de sus profesores. Después de que su sueño de ser actriz se viese frustrado por "culpa" de su acento, Rhys se conformó con trabajar como corista. Unos años después, se convirtió en la amante de un acaudalado corredor de bolsa, aunque su relación no duró mucho. Su primera obra publicada fue The Left Bank (1927), una colección de relatos. Sin embargo, su obra más conocida es Wide Sargasso Sea (El ancho mar de los sargazos [1966]), la novela en la que nos cuenta los orígenes de Antoinette Cosway, el personaje de Bertha Mason en la novela Jane Eyre de Charlotte Brontë. Su papel es fundamental en Jane Eyre, pero a ojos de Rhys Bertha necesitaba que alguien le diese voz propia más allá de la figura de la loca del ático, de ahí que decidiese escribir un libro dedicado exclusivamente a este controvertido personaje. Leí Wide Sargasso Sea hace mucho tiempo, pero me gustó bastante y me pareció muy interesante cómo la autora relacionó la locura con el fuego o la sexualidad femenina.

                      CHARLOTTE PERKINS GILMAN

Nació en 1860 en Connecticut (Estados Unidos) y murió en 1935. Su madre tuvo que trabajar muy duro para poder seguir adelante, ya que el padre de la autora las abandonó. Afortunadamente para ella, su padre pertenecía a la familia Beecher, por lo que pudo relacionarse con Isabella Beecher Hooker, destacada sufragista, y Harriet Beecher Stowe, escritora abolicionista y autora de La cabaña del tío Tom. En 1883, se graduó en la Escuela de Diseño de Rhode Island. Tras casarse por segunda vez y quedar embarazada, Perkins sufrió una severa depresión postparto. Buscó ayuda y le prescribieron una cura de descansoEsto no era más que otra forma de hacer a las mujeres sumisas y calmadas, pues esta "cura" consistía en encerrar a la paciente en casa, para que se pasara las horas cuidando a los hijos o durmiendo, sin que pudiera realizar ningún tipo de actividad intelectual  o creativa (escribir, leer, pintar...). "The Yellow Wallpaper" (El papel pintado amarillo [1892]) es un relato autobiográfico, con un final muy ambiguo, donde la protagonista se obsesiona con el patrón del papel que decora las paredes de su habitación. Está escrito de tal manera que hay algunas escenas que resultan perturbadoras, sobre todo porque el encierro que sufre la protagonista también lo vivieron muchas mujeres en aquella época. Además, su novela Herland (1915) es considerada la precursora de la ciencia-ficción feminista moderna.
"Ojalá me curara más deprisa. Pero no tengo que pensarlo. ¡Me da la impresión de que este papel «sabe» la mala influencia que tiene! Hay una zona recurrente donde el dibujo se dobla como un cuello roto, y te miran dos ojos saltones puestos al revés. Es tan impertinente, tan pertinaz, que me pone furiosa. Se repite hacia arriba, hacia abajo, de lado, y por todas partes aparecen esos ojos ridículos, mirándome sin pestañear. Hay un sitio donde no encajan bien dos rollos, y los ojos se repiten de arriba a abajo, uno más alto que el otro".

¿Conocíais a alguna de estas autoras? ¿Os han llamado la atención? ¿Tenéis alguna recomendación para mí? 

Lilly.

viernes, 25 de marzo de 2016

[Pensamientos nocturnos] ¿Por qué me gusta leer?


¡Hola, mininos! Hoy quería hablar sobre algo que escuché el otro día, de camino a un festival que se organizó al lado de mi universidad con el fin de celebrar el inicio de las vacaciones, y que me indignó sobremanera. Porque es que ese comentario no sólo me afectó porque soy mujer sino que, además, me decepcionó como persona. No puedo creer que a día de hoy persistan esos valores y esos prejuicios tan abominables a la par que estúpidos, por decirlo con suavidad. Os voy a contar qué ocurrió para que juzguéis vosotros mismos.

Iba de camino al susodicho lugar, en el tren, y en los asientos que había justo a mi lado se sentó un grupo de cuatro chicos. A la legua se notaba que iban al festival (por lo que parecía no habían ido nunca, estaban muy emocionados, no eran universitarios) y no tardaron en confirmar mis sospechas. Entonces uno de ellos dijo a los demás: Siete mil tías. Ninguna virgen. A lo que otro de ellos respondió: Bueno, a lo mejor alguna hay. Pero el primer chico insistió con rotundidad: Qué va, ni una. A esto le siguieron las risas orgullosas de unos jóvenes que habían creído ser muy ingeniosos, sin saber que lo único que habían logrado era demostrar a todas las chicas que estábamos a su alrededor (y ya os digo que éramos muchas) que su sentido del humor era inexistente y que, por la cuenta que traían, de los miles de tíos en el festival ya podíamos restar cuatro que no tenían dos dedos de frente. Yo me limité a mirarles sin dar crédito; podría haberles dicho algo, es cierto, puede que me hubiese sentido mejor cantándoles las cuarenta, pero lo consideré tan pérdida de tiempo que me di la vuelta y contemplé el paisaje a través de la ventanilla. Si no han aprendido modales ya, no creo que una desconocida en el tren les haga recapacitar.

Y os estaréis preguntando... ¿qué tiene que ver esto con que te guste leer, Lilly? Pues me refiero a que, ¡gracias a los dioses nórdicos!, hay libros que sirven de cura para esta enfermedad del pensamiento, si me permitís la expresión. Todo a nuestro alrededor condiciona este tipo de mentalidades, desde la televisión (ésta especialmente), las personas de nuestro entorno y nuestra propia educación, hasta los libros que hoy por hoy suelen acuñarse como tóxicos porque predican comportamientos que no deberían. No sé por qué os gusta leer a vosotros, pero una de las razones que a mí me anima a no dejarlo es el hecho de que cada libro me enseña algo nuevo y me gusta pensar que me hace mejor persona; hablo de libros, pero obviamente también hay series y películas que tienen el mismo objetivo. 

Sin embargo, a veces los libros no tienen fines didácticos o no de forma directa al menos, sino que lo que intentan es dejar al lector que decida qué es lo bueno y qué no lo es. Le hacen reflexionar, replantearse cosas, ser jueces de las circunstancias. Porque en esta vida... nadie debería obligarte a pensar de una forma concreta. Tú mismo, con tus propios razonamientos, deberías ser capaz de ver luz allí donde la hay y tratar con respeto al resto de individuos que viven contigo en este mundo. Me considero a mí misma feminista cuando toca, pero no he escrito esta entrada por eso, más bien porque no tolero ningún tipo de menosprecio hacia nadie. 

Supongo que lo que quiero decir con esto es que debería hacerse más hincapié en la educación de las personas. Debería fomentarse la lectura, los contenidos de calidad y no aquello que se hace viral porque es gracioso. Porque muchas veces el es gracioso implica reírse a costa de personas con sentimientos, con ideales y valores de mucho peso. ¿Por ir a un festival, ser mujer y/o universitaria se debe asumir que eres una fresca? ¡Vamos, por favor! Los prejuicios no llevan a ninguna parte y, sin duda, hasta que no desaparezcan por completo en el mundo seguirán habiendo resquicios de ignorancia intolerable. Creo que más adelante haré una entrada mencionando libros que creo que pueden ayudar en este tipo de situaciones, a ver si así a alguien la medicina le hace un poco de efecto.

¿Qué pensáis vosotr@s? ¿Os habéis topado alguna vez con personas que piensan así?


Lilly